Cierro los ojos, inconscientemente te pienso, me miento, no
es cierto, te pienso a todas horas ni siquiera hace falta que cierre los ojos,
desde la primera vez que te cruzaste en mi camino.
Quiero susurrarte al oído mientras
paso las yemas de mis dedos por tu vientre, quiero sentir como
reclinas tu
cabeza en mis hombros, para que pueda reseguir tu cuello con mis labios, como sujeto tu cintura, notas como mis dedos te aprietan con fuerza y te apegan contra mí,
me gusta cuando te dejas llevar, no tiene nada que ver con dominarte, pero
sabes que debes rendirte, sientes mi respirar paseándose por tu nuca, mientras
tu cintura y la mía, más bien ya parecen una, te vas reclinando buscando algo
parecido a un sofá, mi mano va de tu cuello hasta tu espalda, recorriéndola en
una leve caricia, hasta que se encuentra con esa faldita de mil colores, se
pasea por encima, hasta que encuentra tu piel, sigue con la caricia, pero hacia
arriba, resiguiendo tu cadera, levantando despacio esa prenda que ahora mismo,
tanto estorba, mis labios dejan de reseguir tu cuello, para imitar el camino
que segundos antes habían hecho mis manos, se entretienen en cada relieve de tu
columna, adoro disfrutarte... mientras , buscas la forma más cómoda de colocarte, 
